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PRIMUM NON NOCERE = ANTE TODO , ES NO HACER DAÑO

Me surgió la idea de hacer este blog a raíz de lo acaecido con mi hijo Rodrigo Aguirre Camblor, el menor de 7 hermanos.Rodrigo fue víctima de un homicidio provocado por un gravísimo error al que perfectamente se podría llamar "HORROR", de parte de un equipo médico de ocho personas dentro de un quirófano de la Asociación Española de Socorros Mutuos - "La española" - en Montevideo, Uruguay

Durante una operación menor que duraría 20 minutos y a la que se le aplicaría anestesia local potenciada resultó ser una cirugia desbordada del tiempo previsto.

Lo curioso es que en este equipo de profesionales nadie monitoreó ni siquiera en forma clinica, como estaba reaccionando el paciente. CIRUGÍA SEGURA , SALVA VIDA.

EL EQUIPO QURURIGICO EN SU TOTALIDAD.

No aplicaron el principio de Lex Artis (Arte de curar).


LaMed
icina es una mezcla de ARTE, CIENCIA, AMOR, LE AGREGARIA TAMBIEN SENTIDO COMÚN.

Por esta catàstrofe, es que desde ese entonces quisiera en una primera etapa poder lograr concientizar a las personas que trabajan en la Medicina, ya que su labor principal es CUIDAR LA VIDA de los pacientes que se ponen en sus manos. En un futuro pienso crear algún tipo de Asociación, que vele por los derechos de las personas para poder tener plena confianza en el Sistema de Salud. Planificar una lucha contra el error médico exige reconocerlo y de esta forma buscar los medios para evitarlo. Lo más importante es reconocer la VERDAD, es la única manera por la que, reflexión mediante, no vuelva a suceder jamás.


lunes, 23 de mayo de 2011

juez olivera negrìn fallò en el caso de rodrigo aguirre camblor

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juez olivera negrín falló en el caso de rodrigo aguirre camblor
Anestesista procesado actuó con “negligencia”

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El juez Julio Olivera Negrín procesó ayer al anestesista Pedro Serra por la muerte del joven Rodrigo Aguirre Camblor por entender que actuó con una "temeraria ligereza" y "negligencia inexcusable", al tiempo que realizó una dura crítica al resto de los profesionales presentes en la cirugía por olvidarse "de lo fundamental": "la vida de ese ser humano".


Tras citar un fragmento del juramento de Hipócrates, el magistrado Olivera Negrín realizó a lo largo de 35 páginas un análisis minucioso de la actuación de Serra en la cirugía que terminó con la vida del hermano del ex futbolista y director técnico Diego Aguirre.

Al enumerar los elementos que lo llevaron a determinar el procesamiento por homicidio culpable de Serra, el juez consideró que el anestesista procedió "evidentemente" con una "ligereza manifiesta" y "negligencia inexcusable" al no monitorear al paciente.

Es el segundo procesamiento con prisión que recae sobre Serra en este año por el mismo delito, ya que a comienzos de marzo fue procesado por el juez Pablo Eguren por la muerte de un niño de seis años ocurrida en 2003.

Sin embargo, su análisis fue más allá y fustigó duramente la actuación de todos los profesionales que intervinieron en el caso.

Olivera Negrín consideró "tristemente increíble que en un block quirúrgico, a pocos centímetros de médicos especialistas, de técnicos en diversas áreas de la medicina y de sofisticados monitores que todo deben controlar, un joven sano de veintitrés años haya muerto en estas condiciones".


Según el magistrado, "uno se rebela cuando en casos como éste, se priorizan cuestiones propias de un ordenamiento burocrático de distribución de tareas".

En opinión de Olivera Negrín, esto hace que cada una de las tareas "aparezcan como 'compartimentos estancos'", donde "cada uno de los partícipes se limita a lo suyo olvidándose de lo fundamental que es en definitiva la vida de ese ser humano que inerme y confiado se entrega a las manos de los galenos".

Para el juez, sería "tamaña omisión", que su conciencia "nunca perdonaría", no realizar una reflexión más general "que surge del sentido común, de la propia naturaleza de la exquisita misión que han asumido los profesionales médicos, de un deber mínimo de solidaridad para con el otro integrante del equipo médico y fundamentalmente para con el paciente".

Olivera Negrín, que accedió al pedido de procesamiento de Serra formulado por la fiscal Mirtha Guianze, aclaró en su resolución que en este caso, dada su "complejidad" y "especiales características", actuó con "suma cautela".

Subrayó que la indagatoria judicial se desarrolló "sin tener en cuenta la investigación administrativa previa e interna" realizada en la institución médica, "que ya había determinado inocentes y culpables".

En este marco, y con el objeto de respetar "todas las garantías" de los indagados, se investigó la actuación de todos los partícipes de la cirugía llevada a cabo el 9 de febrero pasado en la mutualista para la extirpación de un ganglio.

Uno de los temas centrales analizados por el magistrado fue si Aguirre "estuvo o no" monitoreado. "Entonces, solo cabe preguntarse si realmente Serra monitoreó o no al paciente en aquel aciago 9 de febrero. Y la respuesta (...) es un categórico no", subrayó.

Según Olivera Negrín, "Serra no monitoreó a Aguirre en forma instrumental ni clínicamente".

AUSENCIA MENTAL

Si bien Serra nunca se ausentó de la sala de operaciones durante la intervención y permaneció en la cabecera del paciente, Olivera Negrín concluyó hubo "falta de atención y cuidado" de parte del profesional.

De acuerdo a los testimonios recogidos, el anestesista conversó "todo el tiempo de temas no relacionados con la operación" y no realizó "los mínimos controles clínicos".

Según Olivera Negrín, el contexto de una intervención quirúrgica "sencilla y de riesgo mínimo", con un paciente joven y saludable, fue determinante para la "actitud de suficiencia asumida por el anestesista", cuya "ausencia mental" fue evidente.

TOMÓ FOTOGRAFÍAS CON EL CELULAR

Al comienzo de su resolución, el juez Olivera Negrín dejó constancia que el caso "es tan especial" al punto de que el anestesista Serra entró nuevamente a la sala de operaciones "momentos después" que Aguirre fue trasladado al CTI.

"Aprovechando la soledad en que se encontraba ya que sus colegas habían ido a almorzar", Serra fotografió y filmó "con su celular" todos los aparatos que se encontraban en la sala.

Sin embargo, el anestesista no se limitó a esas acciones y posteriormente llevó "esos documentos a su casa para guardarlos en la computadora y posteriormente ponerlos en Internet por las dudas de que 'alguien' pretendiera sustraerle el disco duro".

Según el juez, Serra "contaba aquella desgraciada mañana del 9 de febrero, con la preparación técnica suficiente, con una vasta experiencia laboral, con pautas claras y consensuadas sobre el ejercicio de su profesional a nivel nacional, con la asistencia de personal idóneo para el desempeño de su tarea y con todos los recursos instrumentales de la ciencia médica... pero igual actuó" con "negligencia" e "imprudencia".


Domingo 29 de Abril de 2007

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