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PRIMUM NON NOCERE = ANTE TODO , ES NO HACER DAÑO

Me surgió la idea de hacer este blog a raíz de lo acaecido con mi hijo Rodrigo Aguirre Camblor, el menor de 7 hermanos.Rodrigo fue víctima de un homicidio provocado por un gravísimo error al que perfectamente se podría llamar "HORROR", de parte de un equipo médico de ocho personas dentro de un quirófano de la Asociación Española de Socorros Mutuos - "La española" - en Montevideo, Uruguay

Durante una operación menor que duraría 20 minutos y a la que se le aplicaría anestesia local potenciada resultó ser una cirugia desbordada del tiempo previsto.

Lo curioso es que en este equipo de profesionales nadie monitoreó ni siquiera en forma clinica, como estaba reaccionando el paciente. CIRUGÍA SEGURA , SALVA VIDA.

EL EQUIPO QURURIGICO EN SU TOTALIDAD.

No aplicaron el principio de Lex Artis (Arte de curar).


LaMed
icina es una mezcla de ARTE, CIENCIA, AMOR, LE AGREGARIA TAMBIEN SENTIDO COMÚN.

Por esta catàstrofe, es que desde ese entonces quisiera en una primera etapa poder lograr concientizar a las personas que trabajan en la Medicina, ya que su labor principal es CUIDAR LA VIDA de los pacientes que se ponen en sus manos. En un futuro pienso crear algún tipo de Asociación, que vele por los derechos de las personas para poder tener plena confianza en el Sistema de Salud. Planificar una lucha contra el error médico exige reconocerlo y de esta forma buscar los medios para evitarlo. Lo más importante es reconocer la VERDAD, es la única manera por la que, reflexión mediante, no vuelva a suceder jamás.


sábado, 23 de agosto de 2014

Diario el Pais de Montevideo,Uruguay, mala praxis tapados

http://www.elpais.com.uy/informacion/casos-mala-praxis-tapados.html



Llama a usar mañana una cinta de color verde para sumarse al Día de la Seguridad del Paciente. M.Bonjour.
CARLOS TAPIA13 abr 2014
Liropeya sostiene que el sistema hace que acontecimientos como estos no se sepan. Por eso, su organización promueve una serie de reformas. Además de haber logrado que se presente un proyecto de ley para que los prestadores de salud estén obligados a filmar todo lo que sucede en los quirófanos, y de impulsar la creación de una historia clínica electrónica, Cuidar la Vida logró, hace dos años, que el 14 de abril sea declarado el Día de la Seguridad del Paciente.
Mañana cumpliría 31 años Rodrigo Aguirre Camblor, fallecido en 2007 víctima de un caso de mala praxis. El 9 de febrero de ese año el joven -hermano del exjugador y exdirector técnico de Peñarol, Diego Aguirre- se sometió a una operación catalogada como "sencilla". Se trataba de la extirpación de un ganglio en una de sus axilas con el objetivo de analizarlo. La intervención duraría solo unos minutos y después se podía ir para su casa. Pero todo salió mal.
En el quirófano el joven sufrió un paro cardíaco del que los médicos se dieron cuenta media hora más tarde, debido a que no fue monitoreado. Lo empezaron a reanimar recién cuando una enfermera vio que sus uñas estaban moradas. Así, el joven sufrió muerte cerebral y cinco días después falleció. La cabeza que rodó fue la del anestesista, que fue inhabilitado por 10 años. Sin embargo, su familia sostiene que la responsabilidad es de todo el equipo médico.
El triste caso motivó la lucha incansable de Liropeya Camblor, su madre. Que hasta ahora logró que el 14 de abril se convirtiera en el "Día de la Seguridad del Paciente" y que se presentara un proyecto de ley que habilite el "uso de un dispositivo de audio y video en los bloques quirúrgicos de todos los centros de salud", que sirva para detectar la existencia de mala praxis.
Rodrigo se había recibido de chef. Pasaba la mitad del año en España, trabajando para restaurantes de Mallorca y Vigo, y la otra mitad en Montevideo. Liropeya sostiene: "Estaba preparado para la vida y yo tengo que luchar por él".
-¿Por qué eligió esta fecha?
 
-Elegí el 14 de abril porque fue el día más feliz de mi vida. Fue el día que nació Rodrigo y, además, coincide con mi cumpleaños. Este fue el primer paso. La lucha surgió después de la muerte por mala praxis de mi hijo, cuando una intervención menor, de 15 minutos, terminó en una catástrofe. Todo por no tener la prevención que se necesita. Cuando él se fue yo no sabía que pasaban cosas como estas. Después empecé a investigar. Y son enormes las fallas que hay en el sistema. Las carencias atraviesan todo el sistema de arriba hacia abajo.
-¿Qué es lo que se pretende desde la organización que usted dirige?
-Impulsar proyectos que puedan cambiar o mejorar este sistema. Tenemos muchos planes en mano. No es fácil. Se van subiendo escalones. Es muy difícil luchar contra un sistema que ya está construido. Es más fácil ir enderezando el árbol cuando va creciendo y más difícil empezar a curar sus ramas cuando este ya creció. Lo primero son los médicos. Tienen que responsabilizarse. Tienen que moverse bajo el binomio: ciencia más conciencia. Se necesita humanidad para cuidar la vida de cada paciente. Cada paciente es único e irrepetible. Se precisa transparencia. Los médicos deben aceptar que el error puede existir.
-Sus reclamos, como la declaración del Día de la Seguridad del Paciente y el proyecto para que se obligue a filmar todas las intervenciones quirúrgicas, han encontrado eco en el Parlamento. ¿Pero fue fácil llegar hasta allí?
-Para poder llegar, para lograr que mis planes tuvieran eco en el Parlamento, tuve que ir meditando los momentos políticos. Cuando pasó, hace dos años, lo de los enfermeros (NDR: El 18 de marzo de 2012 dos enfermeros fueron enviados a prisión por ser responsables de al menos 16 crímenes a pacientes), preferí quedarme quieta un tiempo. Yo soy cristiana. Soy católica. Para mí, que llegar a la declaración de un Día de la Seguridad del Paciente era una misión. Sabía que tenía que luchar por este cambio. Y el camino es duro. Uno empieza a conocer realidades horribles.
-¿El caso de Rodrigo ya se cerró totalmente?
-Sí. A nosotros nos dieron todo a favor y el anestesista fue inhabilitado por 10 años. De todas formas yo no estoy muy de acuerdo porque para mí el responsable es todo el equipo, no solo el anestesista. Las últimas palabras de Rodrigo fueron: "Por favor háblenme que no me quiero dormir". Después, en un momento en que se empezó a mover, el cirujano le dice al anestesista: "Por favor, hacé algo para que se quede quieto". En vez de esto tendría que haber mirado que le pasaba, pero qué iba a saber qué le pasaba si se encendió el monitor porque temían que se gastaran las baterías… En el quirófano tampoco había desfibrador… Incluso el juez, Julio Olivera Negrín, a mí me dio a entender que el responsable era el equipo médico. Si se le saca la túnica es como un asesino cualquiera, y si no hay evidencia no se lo puede mandar preso ni castigar, ni enmendar. Yo no quiero que estén presos, yo quiero que reflexionen y que digan la verdad. Pido transparencia. Eso no me va a sacar el dolor, pero más dolor da que me mientan.
-Usted ha denunciado que tras el fallecimiento de su hijo se cambió la historia clínica…
-Eso es seguro. Eso es lo primero que se hizo. No estaban seguros si le habían dado un medicamento. Lo que sale de farmacia y se va al quirófano tiene que estar anotado. Por eso promovemos una historia clínica que sea electrónica, digital e inviolable. Que se pueda abrir solo con un código. Y que allí se anote todo, lo que pasa en el quirófano y en sus alrededores. Si se equivocan, no se puede enmendar. Entonces, sí pasa algo, es una garantía para el paciente y para el profesional también. Porque a veces se dicen que son eventos adversos y no lo son.
-¿En qué consiste el proyecto de ley que usted propuso y ya fue presentado por el senador Alfredo Solari?
-Es un método símil al de las cajas negras de los aviones. En algunos países se filma voluntariamente, pero lo que yo quiero es que esto sea ley. Que sea obligatorio. Esto pasa en todo el mundo. En Estados Unidos hay 98.000 casos de mala praxis al año.
-El año pasado el Ministerio de Salud Pública (MSP), según una nota publicada por El País, registró 600 caso de mala praxis...
-Pero esos son solo los que se denuncian, en realidad hay muchos más. A mí me tocó seguir paso a paso el expediente del caso de Rodrigo en el MSP y me bastó para ver el desastre que es eso. Llamaba todos los días. De mañana me decían una cosa y de tarde otra; parecían dos ministerios distintos. Un día fui y un funcionario me dijo: "Señora, pero mire todas las carpetas que hay". Y yo no quería que se estudie solo la carpeta de mi hijo, quería y quiero que se estudien todas las carpetas, todos los casos.
-¿Cree que existe un encubrimiento entre los diferentes actores del sistema de salud?
-No sé si usar esa palabra, pero creo que el mismo sistema hace que estas cosas no se sepan. Sé que hay muchísimos, 600, 700 casos, y esto está todo tapado. Si hay un accidente de autos o matan a alguno eso se informa. ¿Cuándo se sabe qué matan a un paciente? ¿Cuándo se sabe qué hay un error de diagnóstico? Yo pienso que el que sigue medicina tiene que ser una persona sacrificada, que eligió ese camino con amor. Acá hay mucho para hacer. Esto es doloroso. Esto es terrible. Pero más terrible es si no hacemos nada.
-¿Cómo decidió emprender esta lucha?
-Cuando pasó lo que pasó yo no hacía más que pensar: "¿Qué le habrán hecho a Rodrigo? ¿Por qué pasó esto? ¿Por qué no le hicieron esto? ¿Por qué no le hicieron lo otro?". Después empecé a investigar. Me pasaba en la computadora todo el día. Ahí comencé a ver que esto pasa en todo el mundo. Y después empecé a golpear puertas, hasta que llegué al Parlamento… Este es el dolor más grande que alguien pueda tener, porque es un dolor que parte desde el alma. Uno trata de vivir, de caminar con esta mochila, pero es muy duro. Igual, quiero que quede claro algo, yo esto no lo hago para calmar el dolor, esto lo hago por él, porque él era un luchador.

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