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PRIMUM NON NOCERE = ANTE TODO , ES NO HACER DAÑO

Me surgió la idea de hacer este blog a raíz de lo acaecido con mi hijo Rodrigo Aguirre Camblor, el menor de 7 hermanos.Rodrigo fue víctima de un homicidio provocado por un gravísimo error al que perfectamente se podría llamar "HORROR", de parte de un equipo médico de ocho personas dentro de un quirófano de la Asociación Española de Socorros Mutuos - "La española" - en Montevideo, Uruguay

Durante una operación menor que duraría 20 minutos y a la que se le aplicaría anestesia local potenciada resultó ser una cirugia desbordada del tiempo previsto.

Lo curioso es que en este equipo de profesionales nadie monitoreó ni siquiera en forma clinica, como estaba reaccionando el paciente. CIRUGÍA SEGURA , SALVA VIDA.

EL EQUIPO QURURIGICO EN SU TOTALIDAD.

No aplicaron el principio de Lex Artis (Arte de curar).


LaMed
icina es una mezcla de ARTE, CIENCIA, AMOR, LE AGREGARIA TAMBIEN SENTIDO COMÚN.

Por esta catàstrofe, es que desde ese entonces quisiera en una primera etapa poder lograr concientizar a las personas que trabajan en la Medicina, ya que su labor principal es CUIDAR LA VIDA de los pacientes que se ponen en sus manos. En un futuro pienso crear algún tipo de Asociación, que vele por los derechos de las personas para poder tener plena confianza en el Sistema de Salud. Planificar una lucha contra el error médico exige reconocerlo y de esta forma buscar los medios para evitarlo. Lo más importante es reconocer la VERDAD, es la única manera por la que, reflexión mediante, no vuelva a suceder jamás.


lunes, 29 de julio de 2019

VARIOS COMENTARIOS DE ETICA Y BIOETICA

               miguel16 de mayo de 2016, 18:59
Hola Sergio:
Empiezo por el final. Efectivamente, es necesario un planteamiento de fomento de la ética profesional clínica para evitar los errores médicos. Y también una ética profesional de gestores y calidólogos en el análisis de los mismos que supere la elemental culpabilización.
En bioética se analizan los errores desde la perspectiva de la maleficencia. Y se puede ser maleficente por ignorancia (no sé aquello que debería saber), por impericia (no sé poner en práctica aquello de lo que tengo conocimiento) y por negligencia (tengo conocimiento, habilidades y experiencia pero no lo hago correctamente).
La mayoría de errores en profesionales experimentados ser producen por negligencia. Inmediatamente puede saltar el resorte de considerar al profesional negligente como ruin, perezoso o deshonesto. Pero también cabe la posibilidad de que consideremos en la raíz de la actuación negligente (concepto que utilizo en su acepción moral que no legal)una serie de elementos poco relacionados con su catadura moral y muy vinculados a las condiciones de trabajo en las que un médico realiza su actividad.
Finalmente, también desde el análisis de la actuaciones maleficentes, recordar que entre la indicación correcta y la contraindicación existe un enorme campo intermedio que sería iluso pensar que puede ser resuelto solo desde la evidencia científica. Mas bien se necesita prudencia; y este valor puede fomentarse mejor otorgando mas confianza y condiciones de trabajo a los médicos clínicos que objetivos de gestión.
miguel melguizo jiménez
1.    
Muchas gracias Miguel
Tu comentario es un compendio de algo cada vez más escaso hoy: sabiduría. No see puede decir mejor, más claro, ni más conciso.
Un privilegio tener comentarios como los tuyoss
2.              
Oportunas reflexiones. Trabajando sobre la demora diagnóstica en tuberculosis, oportunidades perdidas y sus consecuencias para la transmisión de la enfermedad. Siempre parece más fácil visto retrospectivamente y desde el despacho.
1.    
El sesgo de saber cual fue el resultado (hindsight) condiciona la forma dde percibir lo que ocurre.Muchas gracias Eduardo
3.              
Hola Sergio:
Me recuerda lo que me sucedió hace un par de semanas, ando en una rotación clínica de un servicio muy hormonal, me asignaron una paciente mujer de 39 años, que tenía las hormonas tiroideas ligeramente aumentadas en camino iba para responder la interconsulta del Servicio de Ginecología donde se encontraba, el cual había solicitado para comenzar tratamiento "de su tiroides", ella estaba hospitalizada porque te iban a realizar una histerectomía total con indicaciones quirúrgicas por miomas uterinos, conversamos, lo que mas me impactó fue cuando le pregunté como se sentía por esta intervención( más allá de los datos clínicos que importaban), me dijo que estaba feliz que al fin iba a poder tener hijos( que era lo que deseaba) luego de esta cirugía, sus palabras me dejaron consternada. Cuántos habremos pasado por su cama, viendo resultados, auscultando, EKG para entrar a sala. A ella no le importaban ni sus hormonas, ni su cirugía ella quería tener hijos y probablemente nadie la había escuchado. Al final le dieron de alta le salió baja su hemoglobina para entrar a sala. Regresé al otro día y ya no estaba... aún sigo pensando en esa mujer con ganas no escuchadas.
4.              
Muchas gracias Lis. Es una historia tremenda y que describe perfectamente la insensibilidad que tenemos a menudo los profesionales ante las personas enfermas. Nuestro objetivo es refractario a lo que digan , cuenten, supliquen. Vamos a lo nuestro ya sea operar, administrar, derivar o dar de alta.
La escucha pero real, concentrada , expectante y no condicionada es imprescindible para realizar buena medicina. Pero no figura en las cuentas de resultados de las organizaciones ni de sus profesionales.






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